ArticlesDiario Los Andes - Columna dominical

“Hay que defender el capital humano de Venezuela”

Por Marinellys Tremamunno para Diario Los Andes (Venezuela)

“Siento mucho dolor, ya no es la Venezuela que he dejado”, expresó el padre Aldo Fonti desde Rimini (talia), al preguntarle por el país en donde vivió 30 años de su vida. Considera que “no se pueden perder los grandes valores que el pueblo venezolano tiene en medio de tanta confrontación y pobreza, no se puede perder el norte. Hay que salir de Venezuela para entender el potencial que tiene el pueblo venezolano y hay que defender ese capital humano”.

El padre Aldo Fonti llegó a Venezuela en el año 1977 y en su larga permanencia en el país se le recuerda como el fundador de la parroquia San Martín de Porres en el sector Monte Sano de Maiquetía (La Guaira) y del Centro de Capacitación Laboral “San Martín de Porres”; además de haber tenido la responsabilidad de ser director nacional de la Pastoral Familiar y subsecretario de la Conferencia Episcopal Venezolana. Hoy el padre Aldo vive en Rímini, en donde creó una asociación para ayudar a mantener en la distancia los programas sociales que había dejado en nuestro país.

-En febrero estuvo en Venezuela, ¿cómo encontró el país?

-Muy empobrecido, me quedé asombrado al ver las colas de la gente para recibir una bolsita que alcanza para pocos días. Vi a la gente muy empobrecida, demacrada, pero hay algo que no existe en Italia, la sonrisa y el cariño de la gente. La verdad es que, en Venezuela, a pesar de la situación política y económica que se está viviendo, el pueblo tiene unos valores extraordinarios, que difícilmente se consiguen fuera.

-En medio de esta crisis, ¿cuál cree que será el reto que tiene por delante la comunidad católica venezolana?

-Hoy lamentablemente además de ser una Venezuela empobrecida, es una Venezuela dividida. A pesar de la cultura muy pacífica del venezolano, no será fácil reconstruir el tejido social, comunitario, porque este proceso ya lleva casi 20 años. Esperamos que ya empiece la reconstrucción.

-Usted no ha perdido el contacto con el episcopado venezolano y conoce de cerca sus luchas junto al pueblo…

-En este tiempo el episcopado venezolano es un episcopado mártir. El martirio, que es el testimonio, que en otra época lo había sufrido otro episcopado de América Latina, ahora le tocó al de Venezuela. Es un episcopado que da un gran testimonio de fe, de confianza y de compromiso con su gente. Los obispos venezolanos son un gran ejemplo para la Iglesia universal y rezamos por ellos para que no desmayen nunca. Diría pa’ lante con coraje, con confianza en Dios, porque el mundo necesita mucho de ese capital humano que existe en Venezuela.

Con corazón venezolano. El padre Aldo Fonti tiene 70 años y nació en Rímini (Italia). En 1974 fue ordenado como sacerdote y en 1977 viajó como misionario en Venezuela. Hasta que en el 2009 su obispo en Italia le pidió regresar para ocuparse de la parroquia de Santa Maria a Mare Viserba, en su natal Rímini. Al preguntarle si es italiano, remarca con orgullo “soy italo-venezolano”, pues asegura que a pesar de la distancia lleva siempre a Venezuela en el corazón.

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