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Iglesia mexicana atiende crisis humanitaria de migrantes

Marinellys Tremamunno / Corresponsal de YI en Roma

Una crisis humanitaria en pleno desarrollo se vive en la ruta migratoria hacia México y Estados Unidos, lo alertó recientemente Médicos Sin Fronteras. Yo Influyo entrevistó en Roma al padre Arturo Montelongo, secretario de Movilidad Humana del Episcopado mexicano, quien explicó la labor de la Iglesia para acompañar los migrantes en el territorio y alertó sobre la violación de los derechos humanos de las personas que se encuentran detenidas en los centros de retención en Estados Unidos, entre ellos más de 60 mil niños no acompañados.

Soy Marinellys Tremamunno y me acompaña el padre Arturo Montelongo, conocido por su labor para la atención de los migrantes, pues es el secretario de Movilidad Humana del Episcopado mexicano. Padre, ¿cuéntenos cuál es la situación actual del flujo de migrantes, el problema de los migrantes en la frontera con los Estados Unidos?

Bueno, la situación de los migrantes siempre es preocupante para la iglesia, es preocupante para todos nosotros. El acompañamiento que podemos dar, que podemos brindar, es actuar precisamente en favor de ellos, en favor de la caridad, en respuesta precisamente a una necesidad que el Papa de manera especial puntualiza como una crisis humanitaria en esta parte de México, en la frontera, y en comunión con todo lo que es el fenómeno migratorio en el mundo entero.

Hemos visto que hay un plan activado de parte de la iglesia mexicana para la atención de los migrantes. Ya hay diócesis que están acompañando a los migrantes que llegan a la frontera. ¿Cuéntenos cuántos centros están activados? ¿Cómo está funcionando este sistema?

Bueno, esa es una respuesta precisamente al llamado que el Papa nos ha hecho de abrir las puertas, de acoger, de acompañar al migrante. A nivel de todo el territorio nacional, tenemos 62 casas que están dando este acompañamiento, este proceso, esta vinculación de caridad sobre todo con humanismo cristiano, que es importante mencionarlo. Y en la parte de la frontera, focalizar más lo que es la prioridad de la atención inmediata a migrantes que han llegado hasta la frontera y a parte migrantes que han sido retornados o que han sido deportados. Darles la atención, darles la asistencia necesaria, acompañarlos en este proceso y la caridad que la iglesia manifiesta es tanto en cuestión de albergues, en alimentación, en prestarles servicios inmediatos como es el servicio médico. A veces también es importante tomar en cuenta el servicio psicológico porque atraviesan por muchas situaciones muy adversas, contrarias a lo que vendría a ser una estancia normal en su lugar de origen, desde salir de sus hogares. Todo lo que acontece entorno a ellos, pues la iglesia trata de acompañarlos, trata de estar presente. Es mucho el esfuerzo que se hace, hay mucha gente detrás. No soy yo, no es solamente los que estamos al frente de la dimensión como monseñor Guillermo Ortíz Mondragón, que es el obispo encargado desde la conferencia del Episcopado. Hay todo un equipo de trabajo, hay directores de las casas, hay muchos voluntarios, que colaboran, que ayudan, para hacer esta parte caricativa.

Hay unos migrantes que están detenidos en el lado de los EEUU y hay una situación particular sobre los niños no acompañados. ¿Me lo puede comentar por favor?

Bueno, pues, sí. Hemos tenido la oportunidad de visitar estos centros de detención, algunos de ellos. Acabamos de ir a uno en Brownsville, por ejemplo, estuve también en otro en San Antonio y, bueno, ver que estos centros de detención prácticamente son cárceles. Son cárceles en las que la estancia de los migrantes y sobre todo la de los niños no son las más adecuadas. También se vulneran mucho su integridad física, se vulneran mucho sus derechos humanos en ese sentido y que, bueno, también los niños, sobre todo, cuando son niños no acompañados, pues esa vulnerabilidad los lleva a ser presa de muchas otras situaciones que no quisiéramos ni siquiera mencionar en relación a estos niños.

Un mensaje para cerrar…

Yo creo que lo importante es que vivamos este proceso como el Papa nos invita, desde la caridad, desde el humanismo, desde el acercarnos, desde el ser hermanos, desde el acoger, desde vivir en comunión con estos hermanos migrantes. Hacerles saber que no están solos, que caminamos con ellos, que seguimos sus pasos y que los apoyamos en el proceso que están llevando.

Muchísimas gracias padre. Soy Marinellys Tremamunno, Yo Influyo desde Roma.

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