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Nicolás Maduro tiene en jaque a los periodistas venezolanos

Con tantos números rojos de agresiones y violaciones de los derechos humanos, este 27 de junio no es un día de celebración para los periodistas venezolanos

MARINELLYS TREMAMUNNO / CUBANET

ROMA, Italia. – Este martes 27 de junio se celebra el Día de Periodista en Venezuela, en conmemoración del nacimiento del Correo del Orinoco, el primer periódico fundado en el país en 1818, por iniciativa de Simón Bolívar.

En ese entonces, “el libertador había entendido que la comunicación era fundamental para el logro de la independencia. Era valioso que se entendieran las razones por las cuales se estaba luchando. Desde ese momento se escogió el 27 de junio para celebrar el día del periodista”, explicó en conversación exclusiva con CubaNet Tinedo Guia, presidente del Colegio Nacional del Periodista de Venezuela.

La fecha es propicia para meter la lupa en las condiciones de trabajo de los periodistas venezolanos, que viven bajo el acoso constante del régimen de Nicolás Maduro: según la organización no gubernamental Espacio Público, “mayo cerró como el mes con más casos de violaciones del derecho a la libertad de expresión durante el año 2023 en Venezuela, hasta ahora. En el último mes, documentamos 27 casos (30% más que en abril) y 51 violaciones, principalmente actos de censura, intimidación y hostigamiento verbal (casi 65% del total)”.

Por su parte, los registros del Colegio Nacional de Periodistas confirman al menos 50 casos de agresiones a la prensa en lo que va del año. Entre las agresiones se encuentran tres cierres de emisoras de radio, 11 impedimentos de cobertura, cinco hostigamientos y 10 intimidaciones.

El Informe 2022 sobre la situación del derecho a la libertad de expresión e información en Venezuela de Espacio Público alertó que solo el año pasado se registraron 468 denuncias de violaciones a la libertad de expresión: 199 por censura, 91 por restricción administrativa, 83 por intimidación, 44 por hostigamiento verbal, 23 por amenaza, 22 por hostigamiento judicial, tres agresiones, dos ataques y una muerte.

Peor aún, “si sumamos todo el tiempo (desde la llegada del chavismo), el gremio periodístico ha recibido más de 1.200 agresiones, afirmó Tinedo Guia. Indicó que en Venezuela existen periodistas encarcelados o ciudadanos que han sido detenidos por opinar. “Se corre un grave riesgo porque también la Fiscalía no actúa a tiempo en la defensa del ciudadano, que es su principal función”, dijo.

Con tantos números rojos de agresiones y violaciones de los derechos humanos, está claro que este 27 de junio no es un día de celebración para los periodistas venezolanos, quienes luchan diariamente contra una política de Estado que intenta silenciar y controlar la información por todos los medios.

Persecución judicial

Para conocer cómo es el ejercicio del periodismo en la nación sudamericana, CubaNet conversó con cinco reporteros venezolanos. Todos coincidieron que actualmente el periodismo es una profesión de riesgo en este país.

“En Venezuela, el periodismo es una profesión de altísimo riesgo, no solamente por la censura sino por las restricciones que tenemos los periodistas al momento de querer transmitir una información al ciudadano que sea justa, que sea precisa y balanceada”, indicó Jörg Metzger Lozano, director General de Prensa Sin Mordaza, un periodista independiente que vive en Düsseldorf (Alemania) desde hace nueve años y en la distancia se esfuerza por romper la censura.

Lo cierto es que “el gobierno (de Nicolás Maduro) ha intentado, con bastante éxito, controlar todos los medios de comunicación, controlar todos los mensajes y controlar el ejercicio periodístico”, aseguró Charito Rojas, periodista ancla de Unión Radio Valencia.

¿Cómo lo ha logrado? Los periodistas venezolanos son constantemente perseguidos por las instituciones del Estado, que son controladas por el régimen y se valen de leyes creadas a la medida para controlar los medios de comunicación y la libertad de expresión de los ciudadanos.

Así lo explica el presidente del Colegio Nacional de Periodistas de Venezuela: “En este tiempo hablar de política o de economía genera grandes riesgos, para quien asume el compromiso de comunicar ese tipo de información, por cuanto pueden tener tendencias de negación, de lo que está pasando; por ejemplo, el caso de la escasez de gasolina. No habido ningún vocero oficial que diga, la escasez de gasolina se debe a esto y a esto; sin embargo, los periodistas han investigado y sabemos cuáles son las causas de la escasez de la gasolina, pero si el periodista lo dice corre el riesgo de ser desmentido, de ser acusado de saboteador, de contrarrevolucionario y de cualquier epíteto que se le ocurra a algún oficial, a algún miembro del Gobierno para descalificarlo”.

Por su parte Charito Rojas, gran veterana de la radio venezolana, precisó que “no se puede ejercer libremente cuando tú tienes leyes como la Ley del Odio que castiga cualquier tipo de crítica que discrecionalmente ellos consideren que está incitando al odio en la población”. Explicó que la persecución que sufren los periodistas venezolanos se hace principalmente por la vía legal, “utilizando los mecanismos legales como son la Fiscalía, los tribunales, la defensoría del pueblo, todos estos organismos están al servicio del control de los mensajes de los medios de comunicación”.

Y a Miguel Enrique Villavicencio, de Diario Última Hora, del estado Portuguesa, le preocupan la gran cantidad de periodistas que están siendo judicializados por el simple hecho de informar. Es oportuno recordar los casos de trabajadores de prensa que tienen procesos abiertos en tribunales, algunos de ellos sin que se haya iniciado una causa formal: tales como Roland Carreño, Ana Belén Tovar, el fotógrafo Carlos Debíais, Ramón Centeno y Jesús Medina.

Grupos violentos

Pero no solo existe la persecución judicial; desde los tiempos de Hugo Chávez existen los llamados “colectivos”, que son grupos violentos al servicio del régimen. “Son aquellas personas a las que el Gobierno les paga para perseguir, amedrentar y amenazar a los periodistas con la firme función de evitar que se diga la verdad”, señaló Carolina Isava, directora del portal de noticias quepasaenvenezuela.org.

Explicó que estos grupos actúan principalmente en el interior del país, “en esa Venezuela profunda, en donde no hay medios de comunicación, porque la mayoría los han cerrado y la única forma de informar es a través de las redes sociales”. Por eso, “muchos periodistas de las regiones evitan ciertas coberturas, porque saben que van a quedar en el ojo del huracán. Hay autocensura”.

La directora de quepasaenvenezuela.org precisó que los colectivos estuvieron muy activos durante los años 2014 y 2017, cuando incluso ella misma fue víctima de agresiones y de un encarcelamiento arbitrario. “En mi caso, fui a buscar apoyo (a la policía), fui a buscar ayuda para que me protegieran y resulta que terminé quedando yo detenida, mientras estos señores quedaron campantes afuera y no pasa nada”.

Cierre y compra de medios

Por más de 20 años las restricciones a la libertad de prensa en Venezuela han sido sistemáticas y constantes: se ha reportado el cierre de al menos 285 emisoras de radio a escala nacional entre 2003 y 2022, lo cual equivale a 71 % del total de medios de comunicación cerrados en dicho periodo (Espacio Público, Informe 2022).

“Estos medios radioeléctricos han sido cerrados por Conatel (ente regulador del sector de las telecomunicaciones en Venezuela). Esto ha llevado a que otros medios apliquen la autocensura para no ser sancionados”, indicó Miguel Enrique Villavicencio.

Solo en 2022, Espacio Público confirmó que “el Estado venezolano ordenó el cierre de al menos 81 emisoras en todo el territorio nacional, lo que sitúa al 2022 como el año con más emisoras radiales cerradas en las últimas dos décadas”.

Esto ha llevado a la reducción exponencial de los espacios informativos. “Los noticiarios de radio han ido desapareciendo, son muy pocas las personas que tienen programas de opinión, y que puedan libremente entrevistar a expertos en una determinada materia, porque se corre el riesgo de que a Conatel no le guste lo que están respondiendo y simplemente cierre el medio”, aseguró Tinedo Guia.

En consecuencia, en Venezuela “expresarse libremente podría significar que te quedes sin tus fuentes de ingreso, porque el régimen a través de las leyes te imponga una multa, te cierren tu programa, pero más allá de eso existe la posibilidad de que cierren el medio de comunicación en el que trabajas dejando sin empleo a muchísimos trabajadores que depende de él”, manifestó Jörg Metzger Lozano.

Además, Charito Rojas recordó que “es sabida la historia de los medios impresos de Venezuela que han sido reducidos a su mínima expresión, han cerrado, los han expropiado o sencillamente se han extinguido por falta de papel, que ha sido el caso de la mayoría de los medios impresos”.

No se sabe a ciencia cierta la cantidad de periódicos cerrados desde la llegada de Hugo Chávez al poder, sin embargo, de acuerdo con los registros de IPYS Venezuela (Instituto de Prensa y Sociedad de Venezuela), 110 medios de papel dejaron de circular en todo el país desde el año 2009. De estos, apenas 50 permanecen con sus páginas web activas y solo tres sobreviven únicamente en redes sociales.

“Los quioscos de periódico de Venezuela exhiben una pobreza tremenda”, dijo Charito Rojas. Asimismo, denunció que muchos medios nacionales han sido comprados por corporaciones desconocidas que luego comparten sus contenidos y mantienen una línea de protección del sistema instaurado desde el Ejecutivo. Ejemplos: El Universal (periódico decano de Venezuela), Globovisión (canal de noticias) y Notitarde en Carabobo.

Censura en internet

En fin, para Charito Rojas “el periodismo venezolano se ha trasladado a las redes, pero no porque las redes sean tan populares como en otros países del mundo; sino porque no queda más remedio que refugiarse en ellas”. Pero alertó que las redes sociales también son controladas: “hemos tenido tuiteros presos, por ejemplo”.

IPYS Venezuela también denunció que la mayoría de los portales que hacen periodismo independiente en la nación sudamericana están bloqueados, a las que solo puede accederse mediante el uso de herramientas como VPN, lo que “limita” el ejercicio de los derechos humanos en internet. Rojas también apuntó que “Venezuela bate récord junto con China en cuanto a los portales informativos y a las señales bloqueadas en las redes. Nosotros no podemos acceder a ciertos portales informativos que son críticos o que sencillamente dicen las cosas como son, por eso tenemos que recurrir a los VPN para poder acceder a esas páginas”.

Sobre internet, Espacio Público también señaló que “las interrupciones del servicio forman parte de las violaciones más comunes registradas durante el 2022, sumando al menos 74 situaciones a escala nacional. Estas fallas, derivadas de las precarias condiciones de las telecomunicaciones en Venezuela, constituyen una violación indirecta al derecho y limitan el acceso a la información, principalmente en regiones rurales, donde la calidad de los servicios públicos es más crítica”.

Entonces, ¿cómo logran informar los periodistas venezolanos? “Con creatividad”, respondió Tinedo Guia. “La única manera de más o menos salvarse de la agresión del Gobierno es usando la inteligencia, buscando la manera de decir las cosas, sin que esas cosas dejen de decirse y que a la vez no generen ronchas o no pisen callos ―como decimos en buen criollo― que puedan molestar a cualquier persona”.

Charito Rojas finalizó recordando el “Bus TV”, que es un sistema de información boca a boca que se ha popularizado en Venezuela, en donde los jóvenes periodistas se suben a los autobuses públicos para narrar a los presentes las noticias que nunca van a salir en los medios abiertos controlados por el Estado”.

En este contexto, “ejercer el periodismo en Venezuela es de mucho riesgo. Sin embargo, vamos a seguir en pie de lucha dando lo mejor de nosotros para seguir informando”, concluyó Miguel Enrique Villavicencio.

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