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Ucrania: cubanos son llevados bajo engaño para luchar por Rusia

Los cubanos están siendo reclutados por el ejército ruso bajo engaño. La noticia ha sido confirmada por múltiples fuentes y el gobierno comunista de La Habana dice no saber nada, deteniendo a los agentes involucrados en el «tráfico» de sus ciudadanos. Pero es casi seguro que se trata de una simulación. 

MARINELLYS TREMAMUNNO / BRÚJULA COTIDIANA

Desde hace meses circulan informaciones sobre una movilización inusual de cubanos hacia Rusia, presuntamente para participar como mercenarios en la invasión a Ucrania. La prensa rusa incluso habría asegurado que varios cubanos “contratistas” fueron los primeros reclutados y enviados al frente de batalla, luego de que Vladimir Putin firmara el pasado mes de mayo un decreto para entregar la ciudadanía rusa exprés a los extranjeros que se unieran al Ejército durante al menos un año.

La información posteriormente fue confirmada por la televisora AméricaTV, asegurando que los primeros reclutas eran cubanos residentes en Rusia y que habrían firmado el “servicio militar bajo contrato” para pelear en Ucrania, recibiendo un pago único de 204.000 rublos. Y debido a la histórica relación de la isla, primero con la Unión Soviética y actualmente con Rusia, también se especuló que podría tratarse de una operación encubierta del gobierno cubano para apoyar militarmente a Vladimir Putin. 

Todo eran conjeturas hasta que dos jóvenes cubanos denunciaron con un video en Facebook que se encontraban varados en Rusia, gracias a una compleja red de tráfico de personas con fines bélicos: “Supuestamente nos iban a pagar 204.000 rublos, que vienen siendo unos 2.200 dólares aproximadamente. Teníamos el derecho de traer a nuestros familiares en Cuba, a nuestra mujer si teníamos mujer, a nuestros hijos, nos daban un pasaporte ruso y la ciudadanía”, aseguró Alex Vega, explicando que “no lo pensamos dos veces” debido a la difícil situación que se vive en la isla.

Alex Vega Díaz y Androf Velázquez García, tienen sólo 19 años y están visiblemente desnutridos. Llegaron a Rusia el 7 de julio, reclutados bajo engaño a través de una oferta publicada en WhatsApp, para supuestamente realizar “trabajos de construcción” para el ejército ruso: “Era reconstruir las ciudades que fueron destruidas por la guerra, recoger escombros y esas cosas”, dijo Alex Vega en el video. Pero, al llegar, “no nos dejaron traducir el contrato” y terminaron siendo enviados a la guerra en Ucrania.  “Allí nos dieron armas, nos dieron todo el equipamiento militar”, por eso pidieron volver a Cuba y según cuentan se lo negaron, para luego convertirse en desertores, en prisioneros de guerra.

“Nosotros estamos conscientes de que Cuba sabe lo que está pasando y tenemos amistades en la primera línea que no sabemos nada de ellos. Sí hay cubanos desaparecidos, sí hay cubanos muertos”, aseguró Alex Vega. Asimismo, afirmaron que junto a ellos viajaron otros 200 cubanos que no saben dónde están y pidieron ayuda para salir de Rusia, porque aseguran que han sido golpeados por los rusos y su vida corre peligro. Vale acotar que los jóvenes hicieron la denuncia desde un hospital de la ciudad de Riazán, la misma en la que un periódico ruso habría confirmado la presencia de cubanos en mayo.

El gobierno La Habana había permanecido en silencio hasta el 5 de septiembre, cuando tuvo que admitir el tráfico de cubanos a Rusia a través de un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores: “El Ministerio del Interior detectó y trabaja en la neutralización y desarticulación de una red de tráfico de personas que opera desde Rusia para incorporar a ciudadanos cubanos allí radicados, e incluso algunos procedentes de Cuba, a las fuerzas militares que participan en operaciones bélicas en Ucrania”. Luego, el 8 de septiembre, funcionarios cubanos dijeron que habían arrestado a 17 personas involucradas con el presunto esquema de tráfico.

Los testimonios de los jóvenes cubanos fueron luego confirmados por la revista Time, corroborando incluso sus identidades en un exhaustivo reportaje en el que informan que podría tratarse de más de 1.000 los cubanos reclutados y que el régimen cubano podría incluso estar involucrado en esta operación de reclutamiento masivo.

La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC, en sus siglas en inglés), con sede en Miami, dijo a TIME que de los 746 reclutas que han rastreado, al menos 62 parecen ser parte de un equipo altamente entrenado de las fuerzas especiales cubanas conocido como Avispas Negras. En cambio, un análisis de The Havana Consulting Group y Cuba Siglo 21 asegura que el régimen cubano habría permitido el traslado a Rusia de 14 mil militares entre los meses de julio y agosto.

El grupo de hackers conocidos como “Resistencia Cibernética”, que opera para el ejército ucraniano, logró infiltrarse en la red de reclutamiento y consiguió las copias de los pasaportes de 199 jóvenes cubanos que fueron contratados en La Habana para combatir en Ucrania. Y luego se conoció, a través de fuentes de inteligencia ucranianas, que toda esta red de reclutamiento fue coordinada por el gobierno ruso con la coronel del ejército cubano Mónica Milián Gómez, la actual agregada militar en Moscú e hija del fallecido general de división Roberto Milián Vega, que combatió en la revolución junto a Raúl Castro.

TIME también revisó los 199 pasaportes de los cubanos, de entre 18 y 69 años, que parecen haberse alistado en el ejército ruso desde mediados de julio y comparó más de 20 con perfiles de redes sociales que corroboraron sus nombres, rostros y lugares de origen; en donde los reclutas subrayan las dificultades de sus vidas en Cuba, con publicaciones pidiendo medicinas y vendiendo de todo, desde partes de teléfonos celulares hasta carne racionada en sitios del mercado negro. “Con el dinero que me pagarán”, dijo un cubano en un video en WhatsApp dirigido a reclutadores rusos, “si me matan o no, al menos podré ayudar a mi familia”.

Entonces, con estas evidencias, resulta increíble pensar que, en una dictadura sanguinaria como la cubana, que controla cada movimiento de sus habitantes, el gobierno no estuviese al tanto de la operación de reclutamiento. Mucho menos, si recordamos el despliegue de más de 50.000 soldados voluntarios en Angola y Etiopía de 1975 a 1991 para luchar en favor de los Soviéticos. Cuba también se ha negado a votar las resoluciones de la ONU que condenan la invasión de Ucrania y en una visita a Moscú en mayo pasado, el presidente Miguel Díaz-Canel aseguró a Rusia “el apoyo incondicional de Cuba”.

Y si el gobierno de Cuba está involucrado, ¿por qué denuncia la red de reclutamiento? Los analistas de Cuba Siglo 21 aseguran que la intención es construir una cortina de humo que permita el enmascaramiento del posterior envío de fuerzas regulares a Ucrania. “Cuba tiene una larga experiencia en librar guerras en países extranjeros, pero cuando se trata de conflictos de alta intensidad siempre lo ha hecho como unidades militares cohesionadas bajo mandos cubanos que dan órdenes en español y utilizan traductores para comunicarse con las fuerzas aliadas locales. Lo hicieron en el Sahara, los Altos del Golán, Etiopía, Vietnam y, hasta cierto punto, incluso en Angola”.

Es evidente que el gobierno de Cuba entiende que podría sufrir enormes consecuencias económicas si estuviera directamente involucrado con la invasión de Putin a Ucrania. No olvidemos que la Unión Europea es el principal socio comercial y proveedor de ayuda humanitaria a la Isla. Por eso, los activistas cubanos de derechos humanos han reclamado en numerosas ocasiones la cancelación del Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación entre Cuba y la Unión Europea, pues aseguran que no ha servido el propósito de avanzar hacia una sociedad abierta, sino que más bien ha entregado miles de millones de euros al gobierno cubano, que luego es usado para financiar el régimen y la represión interna.

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