
Las activistas aseguran que el monumento perpetúa «una mentira histórica» e ignora el sufrimiento de millones de cubanos.
MARINELLYS TREMAMUNNO / CUBANET
ROMA, Italia. – En las montañas del Valle de Susa, sobre el Colle del Lis, cerca de la ciudad italiana de Turín, se encuentra un insólito tótem en honor a Fidel Castro. Este monumento, que fue erigido en 2017 por activistas de la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba, ha desatado indignación entre los cubanos residentes en Italia, quienes han decidido alzar sus voces para exigir la remoción de este símbolo, que consideran una ofensa a la memoria y sufrimiento del pueblo cubano.
En un acto simbólico de protesta pacífica, el domingo 24 de marzo dos activistas cubanas colocaron sobre el monumento imágenes que desmienten la narrativa heroica atribuida a Fidel Castro. Mostraron al mundo la opulenta vida de la familia Castro, contraria a la realidad de miseria y escasez que padece actualmente el pueblo cubano.
“Fuimos hasta allí dos cubanas activistas por los derechos humanos y pusimos encima del mural las verdaderas imágenes de la vida de burgués e imperialista de Fidel Castro y su millonaria familia, para nada una humilde y mucho menos proletaria, mientras en nuestra Isla están muriendo ancianos y niños sin medicamentos, alimentos, agua potable y corriente”, explicó Yuliet Suárez, quien protagonizó la protesta junto a Avana de la Torre.

El 29 de marzo, De la Torre lanzó una petición a través de la plataforma Change.org: “Los comunistas italianos ―acólitos de la dictadura castrista― pertenecientes a la Agencia de Intercambio Cultural y Económico con Cuba (AICEC) y a la Asociación de Amistad Italia-Cuba (ANAIC) enclavaron a una altura de 1.660 metros, al pie de los Alpes, la garra criminal y genocida del hombre que destruyó nuestra nación y sometió, al país entero, con una ideología descompuesta, doble moral y asesina, que ha traído a nuestra gente la peor de las miserias, la más cruel de las represiones y el yugo vergonzoso de vivir sin libertad”, se lee en la petición.
Más recientemente, el 23 de mayo pasado, Suárez entregó una carta al presidente de la región Piamonte, Alberto Cirio, para formalizar la solicitud de retirada del monumento: “La existencia de un símbolo de alguien que fue un asesino de su propio pueblo solo puede traer desafecto y vergüenza a la región. Es una ofensa directa a nuestra sociedad haber clavado en una de nuestras rocas un símbolo que representa lo peor de una nación. El comunismo trajo destrucción y muerte, la historia da fe de ello. Por esta y muchas otras razones, un símbolo que destila tanto dolor a un pueblo hermano, como el cubano, no puede existir en suelo italiano”, se lee en el documento firmado por los miembros de las organizaciones “La cruzada norte” y “Movimiento Acciones por la Democracia”.

La misiva sirvió además para recordar al gobernador de Piamonte la gestión incompetente del Estado cubano, que “se encuentra en el peor momento de su historia”.
“Quitar este tótem que representa al criminal de Fidel Castro sería una importante victoria política, dada la importancia que los comunistas dan a los símbolos en su arcaica propaganda. Al mismo tiempo, Italia se quitaría una espina del cuerpo, dando apoyo a cientos de votantes cubanos que viven y tienen sus raíces en estas tierras italianas”, también se lee en la misiva.

La respuesta: intimidación y amenazas
La reacción de los activistas comunistas italianos no se hizo esperar. En un intento por silenciar las voces disidentes cubanas, el pasado 6 de julio el Círculo de Valle Susa, de la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba, publicó en Facebook una carta dirigida al gobernador Alberto Cirio, en donde el presidente de la asociación, el italiano Marco Papacci, acusó a las activistas cubanas de acciones violentas contra el monumento.
“Las dos citadas colocaron calcomanías irreverentes hacia el fallecido presidente cubano”, dijeron. Ante lo que consideran “graves amenazas” contra Cuba, solicitaron que tales acciones de protesta “sean evitadas, vigiladas o controladas por las fuerzas del orden”.
Previamente, Avana de La Torre había publicado en su perfil Facebook una carta pública en la cual rechazó contundentemente las “infames acusaciones que han vertido sobre mi persona y otros compatriotas, con motivo del el acto cívico y pacífico que llevamos a cabo en el Monte Arpone, el mal nombrado ‘Pico Fidel”.
“Sepan que eso que ustedes llaman ‘calcomanías irreverentes’ demuestra la realidad de la Isla ―inequívoca e incontestable― porque ejemplifica de manera muy clara cómo los líderes de la involución cubana son personas ruines y de doble moral; que se comportan como una vulgar mafia que se ha robado toda la riqueza de la nación, durante las últimas seis décadas”.
“Sepan que nosotros no amenazamos, ni agredimos a persona alguna. Con nuestros actos y nuestras denuncias exponemos a la luz pública las evidencias que demuestran que Cuba es una dictadura totalitaria”, agregó De la Torre.
Las acciones intimidatorias de parte de la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba contra activistas disidentes de la Isla no son novedad en Italia. Aún se recuerda el episodio de 2023, en el cual el señor Papacci, presidente de dicha asociación, intentó silenciar la voz de CubaNet (más detalles aquí).
“Exigimos a las autoridades italianas que se tomen medidas y que sea cancelado tal lugar de culto donde se dan cita militantes de los centros sociales de izquierda y los comunistas italianos, que como principio odian el capitalismo”, dijo a CubaNet Yuliet Suárez.
La activista también aseguró que la presencia de este monumento no solo perpetúa “una mentira histórica”, sino que también ignora el sufrimiento de millones de cubanos que aún viven bajo un régimen opresivo.