Alirio Díaz se nos fue silenciosamente en Roma

Roma despidió este sábado a uno de sus residentes ilustres, a nuestro amado Alirio Díaz. El funeral se llevó a cabo en la Basílica de Santa Maria en Montesano de “Piazza del Popolo”. La próxima semana, su cuerpo partirá para su inolvidable Venezuela.

Por Marinellys Tremamunno para Diario Los Andes (Venezuela)

El día de la Independencia de Venezuela, el 05 de Julio, falleció en Roma el maestro Alirio Díaz, con 92 años de edad y luego de sufrir complicaciones respiratorias. Silenciosamente se nos fue el maestro, pero quedó su rico legado musical, que es también la mayor recopilación de cantos populares venezolanos existente y que se encuentran bajo la tutela de la Fundación Alirio Díaz.

Una vida entre Italia y Venezuela

Alirio Díaz nació el 12 de noviembre de 1923, en un caserío caroreño llamado La Candelaria. Y aunque en vida ha dicho que la música de su pueblo natal la escuchó en el vientre de su madre, para explicar su amor por sus orígenes, es en Trujillo en donde inicia sus estudios académicos de música. Su autobiografía asegura que recibió lecciones de Teoría, saxofón y clarinete, bajo la dirección del renombrado maestros, compositor y director de Banda Laudelino Mejías. En 1945 se va a Caracas para seguir su formación con los grandes: Raúl Borges, Vicente Emilio Sojo y Juan Bautista Plaza. Pero en sólo 5 años el país se le hizo pequeño y decide irse a Madrid; para al año siguiente, pisar por primera vez Italia, en donde se consolida como concertista bajo la tutela del maestro Andrés Segovia.

“Italia viene a ser el espacio ideal para la total proyección de su personalidad”, asegura su autobiografía. La célebre Academia Musical Chigiana lo aclamó como el mejor de los estudiantes y en sólo un par de años llegó a ser el sustituto de su maestro Andrés Segovia, la más eminente figura de la guitarra de aquellos años. Así descubre en Italia su segunda casa y desde aquí inicia su brillante carrera como solista, pisando importantes escenarios en los cinco continentes.

Pero el gran maestro nunca olvidó su amada Venezuela. “A Venezuela debo lo que soy y porque lo soy”, ha dicho el maestro en vida, recordó recientemente su hijo Senio Díaz en Facebook. Y sin duda oír las melodías de su guitarra, significaba sentir su nostalgia por las tierras venezolanas que sentaron las bases de esa especial sensibilidad que luego lo transformaría en uno de los más ilustres maestros musicales del ‘900. “No podría pedir a mi infancia, a mi tierra y a mi gente, una mejor base cultural, musical y humana”, escribió el propio Alirio Díaz. Hoy Venezuela está de luto, la guitarra universal está de luto.

Honores en el Parlamento Italiano. El pasado jueves 07 de julio el diputado Raffaello Vignali rindió honores al maestro Alirio Díaz en el Parlamento Italiano. “Es uno de los más grandes guitarristas de siempre”, dijo el diputado y explicó que durante casi 65 años residió en Italia, “que amaba profundamente... nos honró con su presencia”. Un amor que no le impidió mantenerse unido a su tierra natal, Venezuela, a la que rindió homenaje durante toda su vida con sus melodías y en la que pidió volver a la hora de su muerte.