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Cardenal Jorge Urosa rechaza ritos tribales en el Vaticano

El arzobispo emérito de Caracas es el primer religioso que se pronuncia contra los ritos tribales celebrados en presencia del Papa Francisco, el pasado 4 de octubre

MARINELLYS TREMAMUNNO / EL PITAZO

Han pasado dos semanas desde el inicio del Sínodo para la Amazonía, convocado por el Papa Francisco en Vaticano, del 6 al 27 de octubre. En el evento participan 185 obispos, 12 invitados especiales y 25 expertos para afrontar los desafíos de la Iglesia Católica en la región amazónica.

Han sido dos semanas intensas, con 14 congregaciones generales que permitieron la redacción del proyecto de documento final, conocido este lunes 21 de octubre.

Ahora, los padres sinodales tienen la misión de hacer los ajustes necesarios para obtener el documento definitivo que será leído y presentado a la Asamblea, el viernes 25 de octubre, para luego ser votado el sábado 26.

En este contexto, el cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo emérito de Caracas, expresó su opinión sobre el desarrollo del Sínodo, que no ha pasado desapercibido a los ojos del mundo por los temas polémicos que se han afrontado, como el “rito amazónico” o la creación del diaconado femenino y los sacerdotes casados, como instrumentos para intensificar la evangelización en la región amazónica.

La idea del “rito amazónico” fue presentada a los periodistas reunidos en la sala de prensa del Vaticano por el presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, monseñor Rino Fisichella, el pasado 18 de octubre. A pesar de la controversia que suscitó la ceremonia con ritos tribales realizada el 4 de octubre en los Jardines del Vaticano, en presencia del Papa Francisco.

Al respecto, el cardenal Urosa no usó medias tintas para exponer su punto de vista: “Debemos evitar el sincretismo presente en el ritual realizado en los Jardines Vaticanos alrededor de una inmensa manta, dirigido por una mujer amazónica y ante imágenes desconocidas y ambiguas. Lamentamos que, a pesar de las numerosas críticas que ha suscitado, ninguno de los organizadores ha explicado qué fue ese ritual”, dijo el arzobispo emérito. Subrayó que la razón de las críticas es la “naturaleza primitiva” de la ceremonia y “la ausencia de oraciones o símbolos abiertamente católicos”.

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— Usted es el primer cardenal que critica abiertamente los ritos tribales en el Vaticano y, sin embargo, ¿cree que sea posible la creación de un “rito amazónico”?

— Sí, pero habrá que prepararlo bien, porque el sincretismo presente en el rito del 4 de octubre debe evitarse absolutamente. La liturgia o el rito latino romano, especialmente la Sagrada Eucaristía, ofrecida solamente a Dios, es sencilla, sobria, austera, fácil de entender por quienes reciben la iniciación adecuada. Un eventual rito amazónico deberá respetar la naturaleza sagrada de la Eucaristía y conservar los elementos fundamentales de la misma, aunque se puedan introducir algunos otros gestos, pero jamás gestos animistas o naturistas no católicos.

— Además del «rito amazónico», estos días han surgido varias propuestas que han llamado la atención de la opinión pública, como la creación del diaconado femenino y los sacerdotes casados. Pero, según su criterio, ¿realmente qué se necesita para lograr la revitalización de la Iglesia en la Amazonía?

— Necesitamos seguir la misión fundamental de la Iglesia: ¡anunciar a Jesucristo! Este punto ha sido acertadamente puesto de relieve por uno de los círculos menores. Y muy bien que lo hayan indicado, pues se trata del centro de la misión de la Iglesia. Todos los demás temas, como la ecología, las cuestiones sociales, la cultura, incluso la pastoral de los ministerios y la organización en la Iglesia son importantes, pero son secundarios.

— De hecho, en esta misión evangelizadora de la Iglesia en la Amazonía, los católicos no han tenido el mismo éxito que los evangélicos…

Sí, y con todo respeto, debemos estudiar por qué, a pesar del trabajo desinteresado, el sacrificio y la constancia de la presencia pastoral de muchos misioneros católicos en la Amazonía, las Iglesias protestantes han crecido. Muchas comunidades indígenas aprecian el trabajo social de los misioneros católicos, pero prefieren las iglesias protestantes. ¡Es una realidad! Uno de los círculos menores lo puso en relieve, pero, desafortunadamente, las causas de esta dura realidad no se evaluaron en el Instrumentum Laboris. Por lo tanto, debemos fortalecer el anuncio de Jesucristo entre los indígenas, invitarlos a convertirse y bautizarse para que reciban el inmenso tesoro de ser hijos de Dios y miembros de la Iglesia.

— Y, ¿cómo debe llevarse a cabo este trabajo pastoral en el territorio amazónico?

— ¡Debemos evangelizar de manera abierta y explícita! No sólo debemos dialogar y acompañar, debemos presentar a Jesucristo como el Salvador y el Redentor, el único amigo y hermano, capaz de liberarlos de la esclavitud de las fuerzas de la naturaleza. Por supuesto, no debemos despreciar la cultura indígena, pero debemos llevarles la ancestral sabiduría divina revelada en el Antiguo Testamento y debemos presentarles el don de una nueva vida en Cristo, la luz de la Gracia, la esperanza de la vida eterna. Entonces, es necesario que en el documento final del Sínodo se promueva la evangelización abierta, tanto en la Amazonía como en todo el mundo, ¡sin complejos y sin miedo!

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