El obispo de Trujillo pidió por Venezuela ante la Santa Sede
Monseñor Oswaldo Azuaje visitó Roma para presenciar el Jubileo de las Vidas Consagradas celebrado por el Papa Francisco. Ocasión propicia para pedir al Santo Padre su intercesión por Venezuela.
Por Marinellys Tremamunno para Diario Los Andes (Venezuela)
“El Papa Francisco sigue atento los acontecimientos en Venezuela”. Así lo confirmó el obispo de Trujillo monseñor Oswaldo Azuaje, quien esta semana visitó Roma para asistir al Jubileo de la Vida Consagrada y aprovechó la ocasión para reunirse en privado con el Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin. “Le pedí que intercedieran por Venezuela, que hicieran todo lo posible para ayudarnos, para que encontremos caminos de diálogo”, afirmó el prelado y precisó que el Secretario de Estado le manifestó su preocupación por el país, pues tanto él como el pontífice siguen atentamente la realidad venezolana.
Monseñor Azuaje explicó además que durante la conversación con el cardenal Parolin evidenció el peligro que podría significar la polarización que se vive en Venezuela. “Pedí que el Papa ore por Venezuela y que se haga todo lo que sea posible para que garanticemos en el país un futuro mejor, porque estamos viviendo una situación grave de violencia, de inestabilidad política y económica… que estos problemas no sean una tentación para producir más violencia cuando lo que tenemos que hacer es construir la paz. Y quién mejor que el Papa para ayudarnos, que siempre ha sido un constructor de la paz…”.
“Tenemos que hacer algo”
“La justicia puede triunfar, solo si el culpable reconoce el mal hecho y deja de hacerlo, y aquel que era injusto se hace justo, porque es perdonado y ayudado a encontrar el camino del bien. Y aquí está justamente el perdón, la misericordia”, así el pontífice explicó la profunda relación que existe entre misericordia y justicia. Extrapolando estas palabras a Venezuela, ¿los venezolanos podemos tener esperanza de un futuro mejor?
En Venezuela no podemos continuar fundamentados en la mentira, en la violencia, en la injusticia, sino que tenemos que superar el estado actual de tanta postración en el que nos encontramos. Y no es una simple sensación, es la realidad que está viviendo nuestra gente. Venezuela está mal pero eso no quiere decir que tenemos que estar peor, los venezolanos tenemos que hacer algo.
En primer lugar, tenemos que hacer un examen de conciencia de cómo estamos en nuestra relación con Dios y en nuestra relación con nuestro prójimo… Cuando el papa hablaba del encuentro con Jesús, el encuentro con el señor, eso tiene que significar para nosotros la ruptura con el pecado y abrazarnos con misericordia, con perdón, para que los venezolanos nos podamos reencontrar. Necesitamos urgentemente el encuentro con la vida, con las personas, el encuentro como hermanos venezolanos…