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Libertad de prensa en Venezuela: crimen y castigo

Para tener un termómetro real de cómo se ejerce el periodismo bajo el régimen castro chavista de Nicolás Maduro, CubaNet entrevistó al periodista Tinedo Guía, presidente del Colegio Nacional de Periodistas de Venezuela desde enero del año 2013

MARINELLYS TREMAMUNNO / CUBANET

ROMA, Itaila.- Como todos los 27 de junio de cada año, este lunes es el Día del Periodista en Venezuela, pero poco se puede celebrar en un país donde el Periodismo es una profesión de riesgo, tal y como lo confirma la clasificación mundial de la libertad de prensa de Reporteros Sin Fronteras: la nación sudamericana ocupa el puesto 159 de 180 países, por detrás de naciones como Afganistán o Rusia, que ocupan los puestos 156 y 155, respectivamente.

Para entender el clima de represión en el que trabajan los periodistas venezolanos, basta darle una mirada al Twitter del Colegio Nacional de Periodistas, seccional Caracas (@CNPCaracas): “#MesDelPeriodista Más de 140 días preso lleva el periodista Ramón Centeno, siendo sometido a un proceso injusto y violatorio del debido proceso. Se le ha negado asistencia médica a pesar de su estado de salud #JusticiaParaGabrielYRamon  #LibertadPlenaParaRamonCenteno”, se lee en un tuit del 21 de junio, publicado con una imagen que asegura que el periodista habría sido “detenido arbitrariamente” por hacer una entrevista relacionada con temas de narcotráfico.

En un tuit del 20 de junio el CNP Caracas denunció la detención arbitraria del reportero gráfico Carlos Debíais: “#20Jun #MesDelPeriodista Tribunal 10 de Ejecución emitió boleta de excarcelación al reportero gráfico Carlos Debíais. Han transcurrido 69 días y director del penal de El Rodeo se niega a liberarlo. #LiberenACarlosDebiais #SinPeriodismoLibreNoHayDemocracia”. El joven fue detenido por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) el pasado 12 de noviembre, tan solo por grabar con un drone.

Es la campaña #SinPeriodismoLibreNoHayDemocracia con la cual esta organización gremial intenta dar visibilidad a la persecución que sufren los periodistas venezolanos. Un hecho que se ha hecho recurrente y sistemático en el régimen de Nicolás Maduro: en lo que va de año la ONG Espacio Público registró 149 casos de violaciones a la libertad de expresión, frente a 144 registros del año 2021. Y son 292 los medios que han sido cerrados desde el 2004.

Para tener un termómetro real de cómo se ejerce el periodismo bajo el régimen castro chavista de Nicolás Maduro, CubaNet entrevistó al periodista Tinedo Guía, presidente del Colegio Nacional de Periodistas de Venezuela desde enero del año 2013. Es una de las figuras más reconocidas de la historia de la televisión venezolana, luego de ser ancla del noticiero estelar El Observador en Radio Caracas Televisión, en donde trabajó de forma ininterrumpida por más de 17 años hasta su cierre en el año 2007 por decisión del expresidente Hugo Chávez Frías.

“La situación de la libertad de expresión en Venezuela sigue estando sometida al capricho del gobernante, esos medios que han sido sacados de circulación, en donde se les limita terriblemente o se les limitó por ejemplo la adquisición de papel para los periódicos; la persecución que hay a través de Conatel, con cualquier opinión distinta que moleste al gobierno; pues, evidentemente han ido cercenando, muy rápidamente la libertad de expresión en Venezuela”, explicó en un video que nos grabó con su teléfono y logró enviarlo a través de WhatsApp, intentando superar las limitaciones técnicas típicas de un país bajo el comunismo, pues la mala calidad del internet impidió hacer la entrevista con videollamada.

Cierre de medios y censura

La situación de la libertad de expresión en Venezuela fue tema de discusión en una audiencia pública celebrada el 22 de junio como parte del 184° período de sesiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en donde el director ejecutivo de Espacio Púbico, Carlos Correa, aseguró que actualmente existen 980 medios en Venezuela, de los cuales el 80% están sometidos a la censura de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) (71% son emisoras de radio y el 10% canales de televisión). Un 10% son medios digitales que sufren bloqueos (hay 45 portales bloqueados en este momento) y en todo el país existen 24 periódicos que circulan ocasionalmente, de 155 que existían a la llegada del chavismo al poder.

En este contexto, “no es fácil hacer periodismo hoy en día en Venezuela”, afirmó Tinedo Guía, y alertó que el régimen no se detiene: “incluso hoy se trata de discutir una Ley de Reforma a la Ley de Ejercicio del Periodismo, quiere decir que no va a ser en beneficio del ejercicio de la profesión; porque 23 años de agresión a periodistas y medios no puede hablar bien de lo que quieren ahora ellos (los miembros del régimen), ahora pretender cambiar la ley del ejercicio del periodismo”.

La noticia de la posible reforma se supo a través de la página web de la Asamblea Nacional controlada por el chavismo, y sin duda se trata de otra acción para cerrar aún más los espacios de libertad. Maduro ya ha interferido en el gremio de abogados, en las universidades y, además, está en la mesa un proyecto de ley que limitaría la actividad de las organizaciones no gubernamentales.

Criminalización del periodismo

Pero el cierre de medios no es el único problema que enfrentan los periodistas en Venezuela, lo más graves es la persecución sostenida, el acoso de parte de los cuerpos represivos del Estado y la criminalización. “La agresión tiene muchas formas, puede ser verbal: insultos de palabras, robo de equipos, amedrentamientos, detenciones arbitrarias momentáneas. Eso es un capricho del funcionario que tenga en sus manos la responsabilidad, la obligación o la orden de agredir a los periodistas donde quiera que se encuentren cubriendo alguna información”, denunció el reconocido periodista.

Es el modelo que explicó el director de Espacio Público ante la CIDH: “inicia con la descalificación pública, esa descalificación pública construye una justificación que después tiene una dinámica de persecución que puede ser criminal o violencia física cuando se hace una cobertura, porque se intenta legitimar la violencia; sea la violencia estatal o la violencia física contra los periodistas en la calle. Luego, cuando un periodista es agredido hay impunidad”.

Los principales victimarios son los cuerpos de seguridad y las instituciones del Estado, con la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) como protagonistas.

Además, “hay periodistas que tienen juicios abiertos, donde no les han aportado realmente las pruebas suficientes en acusaciones en las cuales lo que han decidido los tribunales es archivar los casos y el archivo de los casos no es otra cosa que rescatarlos cuando a ellos les dé la gana para seguir agrediendo a los periodistas”.

Son patrones de hostigamiento estructurados y sistemáticos que contradicen los artículos 57 y 58 de la Constitución del país, que garantizan la libertad de expresión y la libertad de información “oportuna, veraz e imparcial”. Sin mencionar que en Venezuela resulta imposible acceder a las fuentes informativas oficiales.

Por lo tanto, el presidente del Colegio de Periodistas de Venezuela denunció que en la nación sudamericana “el ejercicio al periodismo ha perdido la libertad de poder entregar el insumo necesario a ese pueblo al cual uno debe servir… Eso en Venezuela no es posible hoy en día, se limita mucho, inclusive, la opinión de la persona que se va a entrevistar, y eso ha traído como consecuencia la censura, ha traído como consecuencia la autocensura. Es decir, (los periodistas) se cuidan mucho de lo que tienen que estar diciendo u opinando en algún programa de radio, de televisión o escribiendo en alguna página de periódico, que todavía subexiste”.

Esta realidad está descrita en el informe sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, quien manifestó que en los últimos años Maduro ha tratado de imponer “una hegemonía comunicacional”, creando “un ambiente que restringe los medios”.

Inacción internacional

Al preguntarle a Tinedo Guía sobre lo que puede hacer la comunidad internacional para ayudar a los periodistas venezolanos, no se mostró muy positivo: “Soy muy escéptico de los organismos internacionales, se demoran mucho y no es posible que de alguna forma puedan ayudarnos, la información ahora se la consume la invasión rusa a Ucrania, el terremoto de Afganistán, las elecciones en Colombia; parece que Venezuela ya no es noticia y que buscan la manera de normalizar la situación de relaciones internacionales con los demás países”.

Aseguró que el caso Venezuela ya se ha presentado muchas veces en los organismos internacionales con la Organización de Estados Americanos (OEA) y las Naciones Unidas “sin ninguna transcendencia y ninguna fuerza”. Tinedo Guía centra sus esperanzas en las sanciones que pueda generar la investigación que adelanta la Corte Penal Internacional contra Nicolás Maduro por presuntos crímenes de lesa humanidad.

Mientras esto sucede, los periodistas intentan sobrevivir a la censura a través de las redes sociales y de los medios de comunicación interpersonal como WhatsApp. Sin embargo, estos espacios ya están en la mira de la dictadura, como lo demuestra el caso de Yohn Alejandro Noguera, un joven de 27 años que fue detenido el pasado 4 de junio tras publicar una denuncia a través de su estado de WhatsApp contra funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

“En Venezuela lo que hay es esa disputa entre la voluntad de preservar una democracia y la voluntad totalitaria de quien quiere restringirla, y la libertad de expresión es un termómetro de eso”, puntualizó Carlos Correa ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

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