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Venezolanos sobreviven a la dolarización

Según Maduro la dolarización no existe, pero durante su rendición de cuentas del pasado 13 de enero dijo ante la Asamblea Nacional chavista que su gobierno plantea llevar a cabo un modelo económico combinado

MARINELLYS TREMAMUNNO / CUBANET

ROMA, Italia.- “En Venezuela no hay una dolarización de la economía, porque la moneda oficial no es ni va a hacer nunca el dólar ni otra moneda extranjera”, dijo el pasado 8 de diciembre el dictador Nicolás Maduro. Irónicamente, es un hecho que los venezolanos sobreviven a la dolarización que sufre la economía venezolana, que según la empresa Ecoanalítica alcanzó el 65% de las transacciones del país en el 2020, mientras que el régimen insiste en que no pasaron del 20%.

Según Maduro la dolarización no existe, pero durante su rendición de cuentas del pasado 13 de enero dijo ante la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) chavista que su gobierno plantea llevar a cabo un modelo económico combinado, con la apertura de cuentas en dólares y la implementación de una supuesta “economía digital”.

Una vez más se demuestra que “el rey va desnudo”, como el conocido cuento danés. Una cosa es lo que declara Nicolás Maduro en las cadenas nacionales y otra la realidad que se vive en Venezuela, donde a diario los venezolanos tienen que sobrevivir a la hiperinflación y la consecuente dolarización de la economía. Así lo confirmó el economista José Guerra: “Lo único cierto es que por todas las ciudades y pueblos del país circula el dólar, hay un mercado del dólar en crecimiento y la gente piensa en dólares, no en bolívares. Éste quedó para pagar el transporte colectivo”, dijo.

El dólar se usa libremente

Un simple recorrido por las calles venezolanas confirma las palabras de Guerra. “Lleva 4 Sambas (chocolate), 4 por 1 dólar La Samba, lleva una en 400 (bolívares) y 4 por un dólar la Samba”, grita Yuly Bejarano, que trabaja de buhonera en un mercado del área metropolitana de Caracas. Al preguntarle por qué vende en dólares, respondió a CubaNet que “es lo que se está manejando”, porque “no hay bolívares”. “Yo trato de vender por como se está manejando el dólar, cuatro Sambas por un dólar, y uno por 400 bolívares, para poder tener el efectivo, pero está rudo, nadie tiene bolívares. Entonces, se compra en dólares, se vende en dólares y se paga en dólares”, explicó, y agregó que “Venezuela es el único país donde se devalúa el dólar”.

Yeldri Prada, un vendedor ambulante de comida, también se lamentó por la escasez de efectivo en el país, y afirmó que los precios en dólares siempre suben, “nunca bajan”, porque también es difícil conseguir dólares en efectivo. “Más que todo se maneja el billete de un dólar, de 5, 10 y 20. Entonces no existen los picos, no existe el 0.5 céntimo de dólar”, afirmó.

“Si en la mañana el dólar está a 1 100 000 (bolívares) y ya a las 9 de la mañana se incrementó a 1 200 000, hay que hacer rapidito los cambios (de precios)”, porque el producto al por mayor “hay que pagarlo en dólares”. Por eso Prada indicó que es un problema vender en bolívares soberanos, pues, debido al aumento constante del precio del dólar, “simplemente esa plata (dinero) en bolívares no alcanza luego para pagar en dólares”.

Los venezolanos sufren la hiperinflación desde noviembre de 2017, que sigue presente y la convierte en una de las de mayor duración desde que se llevan las estadísticas de precios en el mundo. “Asociada a la hiperinflación está la depreciación del bolívar, y ese movimiento conjunto de alzas de precios y depreciación de la moneda no parece tener solución inmediata debido a que el gobierno no cuenta con fuentes genuinas de financiamiento”, aseguró el economista José Guerra.

De hecho, Nicolás Maduro afirmó en su rendición de cuentas que, en los últimos seis años, Venezuela perdió el 99% de sus ingresos en moneda extranjera. “Pasamos de tener más de USD 50 000 millones en 2013 a disponer apenas de USD 743 millones en el año 2020”, dijo.

El vía crucis cotidiano

Pero, ¿cómo vive una ama de casa esta difícil realidad? “En mi caso es una travesía, porque yo trabajo por mi cuenta, a mí no me pagan en dólares”, respondió Iraima Calabrés, quien comparte sus labores domésticas con la venta de queso y frutas desde casa para poder sobrevivir. “Yo cobro en bolívares y me toca ver la página todos los días, hasta dos veces al día, porque cambia a las 10 de la mañana y posteriormente a la 1 de la tarde. Entonces, con los bolívares que recojo con mis ventas voy cambiando a dólares, diariamente, y así voy estirando un poquito más la plata (el dinero)”, explicó.

Pero el vía crucis no termina con el cambio de bolívares a dólares, porque luego para poder hacer las compras de comida debe cambiar de dólares a bolívares nuevamente. “En los supermercados el dólar lo aceptan por debajo de su valor, entonces para comprar en esos lugares yo necesito cambiar los dólares para pagar en bolívares (con la tarjeta electrónica), porque aceptan los dólares 50 bolívares por debajo, hasta 100 bolívares por debajo. Es más rentable cambiar la divisa que tengo en bolívares. Es una travesía a diario, es un trabajo que uno tiene que hacer diario, revisar la página dos veces al día, comprar, vender, comprar vender, es el cuento de nunca acabar, es el día a día de los venezolanos”, puntualizó.

Y si se necesita usar el transporte público, que sólo recibe pagos en efectivo, la travesía es aún mayor. “Muchos andan buscando el efectivo (en bolívares) simplemente para pagar pasaje, buscando la manera de resolver para irse a casa”, dijo Manuel Martínez mientras hacía una larga fila para retirar bolívares en efectivo en un cajero automático. “Cada 24 horas te da 200 bolívares”, señaló, explicando que, si debe movilizarse a otro municipio, por ejemplo, “tengo que venir aquí el viernes, sábado y domingo, a buscar 600 bolívares para ir y venir, porque (el cajero) te da 200 bolívares por día”.

Los mototaxistas también son un perfecto termómetro de las consecuencias de la depreciación del bolívar. “A veces nos pagan a través del móvil (transferencias), con divisas (dólares en efectivo), a veces con comida (trueque), porque no tienen efectivo y uno para no dejarlos en la calle les resolvemos. Ellos nos dan dos kilitos de arroz hacia donde salga. Todo depende de la situación en la que se encuentre la persona”, explicó Gabriel Goncalves.

Por su parte, José Dávila enfatizó que la situación está tan difícil que se ven obligados a hacer el trueque para sobrevivir: “Nadie te va a pagar a ti una carrerita (un viaje) en 2 000 bolívares (que son 2 millones de bolívares)”, porque asegura que es mucho dinero, “prefieren hacer trueque, trueque por arroz o pasta, estamos sobreviviendo a esto, porque es apretado, a veces no nos llevamos nada”.

Al momento de escribir este artículo, el promedio del precio del dólar era de Bs. 1.704.976,45, quiere decir que el salario mínimo mensual de Bs. 1.200.000, al cambio, sería igual a 0.70 céntimos de dólar. Mientras, “un litro de aceite para moto cuesta 4 dólares —dijo Goncalves— y echarle aire a los cauchos puede incluso costar hasta 500 bolívares”, es decir casi la mitad de un salario mínimo.

Ante esta realidad, el economista José Guerra asegura que “el bolívar es irrecuperable y lo es por la sencilla razón de que el público le perdió la confianza, lo cual es mortal para una moneda… Entretanto, la dolarización ha provocado una exclusión social y evidenciado un nivel de desigualdad como no se había visto en Venezuela”.

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