Canonización de Joselito, el camino de reconciliación que necesita México
Llegó la hora de la tan esperada canonización del beato José Sánchez del Río. Este domingo 16 de octubre, a las 10:15 am (hora de Italia), el niño mártir mexicano será proclamado santo junto a un grupo de 7 nuevos santos elegidos por el Papa Francisco, para el cierre de este Año Extraordinario de la Misericordia. Junto a Joselito, como se le conoce popularmente, serán canonizados el argentino José Gabriel del Rosario Brochero, el español Manuel González García, los italianos Ludovico Pavoni y Alfonso María Fusco, y los franceses Isabel de la Santísima Trinidad y Salomón Lecclercq.
Por Marinellys Tremamunno para YO INFLUYO (México)
José Sánchez del Río se transforma así en el santo mexicano número 31, de acuerdo a la lista del historiador y periodista Carlos Villa Roiz, que ofrece una relación de los santos y beatos nacidos en México o que hayan tenido una estrecha relación con el país. La última canonización también la hizo Jorge Mario Bergoglio y la llevó a cabo el 12 de mayo de 2013, con Santa María Guadalupe García Zavala.
Más allá del martirio
En una rueda de prensa realizada en Roma, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal de México (CEM), Monseñor Javier Navarro, expresó su satisfacción ante el nuevo santo mexicano. “Nos alegra que la Iglesia eleve a los altares como santo al primer adolescente mártir de México”, dijo, y evidenció la importancia de cómo este niño de 14 años “dio un testimonio heroico de fe”, manifestando su “vocación a través del martirio”.
El niño mártir mexicano pertenece al periodo de la Guerra Cristera de México. El 10 de febrero de 1928 fue torturado y asesinado en Sahuayo (Michoacán) por oficiales del gobierno de Plutarco Elías Calles, porque se negó a renunciar a su fe. Es importante recordar que fue beatificado en el 2005, junto a otros 11 mártires mexicanos en la defensa religiosa.
“¡Qué importante es que haya jóvenes que sean capaces de defender las causas justas, que puedan contagiar a los demás con su entusiasmo, con varonil empuje y resistencia! A Joselito le tocó morir por Cristo Rey porque lo pidió a Dios y se puso en el lugar en donde pudiera suceder, en el encuentro entre Cristeros y Federales”, explicó Monseñor Jaime Calderón, obispo auxiliar de Zamora.
Y aunque José Sánchez del Río no llegó a tomar parte activa en los enfrentamientos debido a su corta edad, su vocación de santidad se basa en el acto heroico del martirio (para conocer cómo fue su martirio, ver Entrevista al Padre Fidel González, postulador de la causa). Su canonización es un hecho fundamental, pues “cuando se tiene un santo la Iglesia se realiza en su propia vocación y estimula a los fieles a seguir ese camino de santidad”, indicó el padre Armando Flores, vicepostulador de la causa.
La violencia no se acaba con más violencia
En momentos en los que México registra un homicidio doloso cada 24 minutos y que sólo el pasado mes de julio contabilizó 1 mil 842 asesinatos, de los cuales la mayoría ocurrieron con armas de fuego (1 mil 163), de acuerdo a los datos más recientes del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), el Papa Francisco exalta el ejemplo de Joselito.
“Para nuestra nación es un regalo y una lección de que debemos llegar al corazón de los jóvenes para educarlos sobre cómo dando la vida, se genera vida en los demás. Su actitud nunca fue una actitud violenta ni de desprecio, sino de entrega y de amor. Es un florecimiento de esos valores trascendentes que tanto nos hacen falta en México”, manifestó el arzobispo de León, Alfonso Cortés.
Pero no es momento para buscar culpables por la violencia desatada en México. “Los tiempos complicados que vivimos nos manifiestan la necesidad de voltear el corazón humano hacia donde se genera la violencia… Hace tiempo que venimos expresando nuestra preocupación porque lo vivimos en el día a día; por los asesinatos que han sufrido nuestros sacerdotes y que demuestran que están allí con nuestra comunidad, viviendo con quienes sufren. La entrega que hace Joselito de su vida por amor a Nuestro Sñor, manifiesta el camino de una reconciliación que tanto necesita nuestro pueblo”, concluyó Monseñor Navarro.