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Entrevista al postulador de José Sánchez del Río

Este domingo 16 de octubre, el Papa Francisco canonizará a 7 beatos y entre ellos México celebrará a su nuevo santo, el niño José Sánchez del Río, uno de los mártires de la historia de la persecución cristiana vivida en tierras mexicanas durante la guerra cristera. Yo Influyo ha entrevistado en Roma al postulador de la causa, el Padre Fidel González Fernández, quien nos explica los detalles de esta canonización y su significado.

Por Marinellys Tremamunno para YO INFLUYO (México)

-Y cuando falta poquísimo para la santificación de José Sánchez del Río, uno de los santos que será canonizado este domingo 16 de octubre por el Papa Francisco, tenemos la compañía del Padre Fidel González Fernández, quien es consultor de la Congregación para las Causas de los Santos y además es el postulador de la causa de este santo mexicano o próximo santo mexicano. ¿Padre coméntenos cómo se ha llevado a cabo esta causa de santificación?

-Bueno, ante todo, estamos ante la reliquia, que es ésta, que será llevada en procesión durante la canonización. Un relicario precioso, hecho en México, en plata, diríamos autentica, y que yo espero regrese a México para que pueda ser venerada, de José Sánchez del Río en diversos lugares de México, ya que es un mártir muy significativo para la historia de la Iglesia Universal y de la de México en particular.

¿Cómo se llevó a cabo la canonización, que será en un par de días acá en Roma? Bueno, la historia de este joven, que faltaban casi menos de dos meses para cumplir 15 años, pertenece a una historia heroica del cristianismo en México en tiempos, diríamos, recientes. Yo tengo una obra, que es ésta, que aquí les presento, con el título “Sangre y corazón de un pueblo – La persecución católica en México y sus mártires”. Es una obra que ya está agotada, pero que ha estudiado todo este asunto hasta el fondo Llevó unos 10 años escribir esta obra y lógicamente entre los mártires que emergen, quizás uno de los más significativos, por las características del martirio y por la edad, es precisamente José Sánchez del Río. ¿Qué querían los católicos de entonces? Querían simplemente el reconocimiento de un derecho fundamental, un derecho humano fundamental, que es el derecho a la libertad religiosa, a la libertad de expresión y a la libertad de asociación, y esto les fue negado. Les fue negado con la violencia. Entonces mandaron a la muerte a muchísimos. Todo esto suscitó un movimiento que es conocido históricamente como la Cristiada, que va desde el año 1926 a prácticamente hasta casi el ’30, 1929 ya bien entrado. Y entonces en ese contexto es donde encontramos la figura de este jovencito de Sahuayo, en el estado de Michoacán. Este muchacho que tenía esa edad, que no llegaba todavía a los 15 años, demuestra, desde un punto de vista de la psicología y de la personalidad, una personalidad mucho más madura de lo que la cronología aparentemente podía significar. Porque un muchacho de casi 15 años, no llegaba a ellos, demuestra una madurez humana que podrían tener hoy día muchachos de 18-20 años, con una conciencia muy clara de los derechos, a la libertad religiosa, y sobre todo para él fundamentalmente se expresaba en los dos gritos que lo acompañarán hasta la muerte y que están escritos aquí en el relicario: “Viva Cristo Rey, Viva la Virgen de Guadalupe”, que son los dos pulmones del catolicismo mexicano. Entonces, claro, esta conciencia de un martirio atroz, porque además en la historia de este martirio, aparte de torturas a las que fue sometido, de todo tipo, hasta un cierto momento le desollaron los pies y así lo condujeron hasta el Panteón de Sahuayo, donde le pegaron el tiro de gracia y lo acuchillearon y murió el 10 de febrero de 1928, a media noche prácticamente, para ser exactos a las 11 y media de la noche.

-¿Cuál es el mensaje del Papa Francisco al permitir la canonización de San José Sánchez del Río?

-Es decir, que la Fe Cristiana tiene que ser radical e íntegra en cualquier circunstancia de la vida, sea en un lugar en donde existe la paz y el reconocimiento de los derechos, como en donde son negados los derechos fundamentales de la persona, y entre ellos, como fundamento de todos, está la libertad religiosa. Donde no hay libertad religiosa, todos los demás derechos mueren, porque cuando apartamos a Dios, el reconocimiento de Dios en la vida, entonces se llega a abusos contra la humanidad misma.

Y yo quisiera subrayar algo más: Que este joven, Joselito, José Sánchez del Río, es sin duda un ejemplo sublime en toda la historia de los mártires de nuestra edad moderna y contemporánea, y en el caso de México creo que tenga un papel fundamental. Los demás mártires fueron mártires como él, pero ya son adultos o jóvenes con una cierta madurez, humana ciertamente; pero un muchacho que todavía no llegaba a cumplir 15 años y que se comporta con una hondura de este estilo: ‘Mi Fe no está en venta porque yo pertenezco a Cristo y a la Virgen de Guadalupe’, esto significa ‘Viva Cristo Rey y Viva la Virgen de Guadalupe’, demuestra una madurez humana no común en nuestros días. Porque no es que lo diga detrás de una mesa sentado como yo estoy ahorita aquí, sino que lo dice durante la tortura, hasta el mismo momento de su muerte, cuando uno de los soldados le destruye la boca, los dientes, con la culata del fusil, cuando apenas puede pronunciar una palabra y muere con estas dos palabras de “Viva Cristo Rey, Viva la Virgen de Guadalupe”, apenas pronunciadas. Así lo atestiguan los que presenciaron su muerte y lo han testimoniado. Quiero añadir otra cosa: que los asesinos, desde aquel padrino suyo que se comportó de esa manera tan sumamente deshumana como a los demás, éste es el primer milagro que José Sánchez del Río ha hecho, Joselito, pues murieron todos reconciliados con Dios y con la Fe cristiana y con la Iglesia.

Muchísimas gracias, en nombre del pueblo mexicano, Padre. Nosotros nos despedimos, soy Marinellys Tremamunno y esto es Yo Influyo desde Roma.

@marinellys

mtremamunno@yoinfluyo.com

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