El Dr. Guzmán Carriquiry, Secretario General del Pontificio Consejo para América Latina, alertó a Yo Influyo que la familia está siendo atacada por una colonización ideológica que busca “herir la cultura de la América Latina en uno de sus pilares fundamentales, que es el sentido cristiano en sus familias”. Desde Roma, manifestó su satisfacción por los resultados del Jubileo Continental y pidió a los mexicanos mantener viva la custodia de su gran tradición católica.
Por Marinellys Tremamunno para YO INFLUYO (México)
-En primer lugar, quisiéramos conocer su balance sobre el Jubileo de la Misericordia que se vivió en América Latina recientemente.
-Del 27 al 30 de agosto tuvo lugar el Jubileo Continental, la celebración continental del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, en Bogotá, después de prepararlo tantos meses, la Comisión Pontificia (PAL), junto con el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam). Fue muy importante porque como dice el Papa en su video mensaje, un video mensaje de 32 minutos, el más largo video mensaje en sus tres años y medio de pontificado, que hay que buscarlo y hay que escucharlo o al menos leerlo porque es una pieza magistral, el Papa decía: esto no va a ser un congreso, va a ser una celebración, va a ser un evento; y efectivamente fue un evento que suscitó una gran alegría y gratitud en el corazón de todos los participantes.
Acá hubo tres conferencias fundamentales, fueron cuatro días muy intensos, se visitaron obras de misericordia corporales y espirituales en Bogotá y todas las marginadas en torno a la capital colombiana; se compartieron las experiencias de grandes obras de misericordia en el Continente Americano; se vivió la comunión de los santos de todo el Continente Americano como testigos de Misericordia. Tuvimos una celebración penitencial y qué lindo ver a los cardenales y a los obispos, ellos mismos en primer lugar, confesándose y después confesando a los que se acercaban, a los cuatrocientos participantes. Finalmente, un rosario por la paz y la celebración eucarística final que coincidió con la festividad de Santa Rosa de Lima. Así que pienso que para todos los participantes y por repercusión para todo nuestro Continente, esto va a ayudar a vivir más a fondo aún la gracia de esta inspiración del Espíritu Santo para el Papa Francisco que ha estado en la convocación y en la realización del Año Jubilar.
Papa Francisco / Video mensaje del Jubileo Continental:
Nos empezamos a escandalizar cuando aparece el Alzheimer Espiritual, cuando nos olvidamos cómo el Señor nos ha tratado; cuando comenzamos a juzgar y a dividir la sociedad, nos invade una lógica separatista que sin darnos cuenta nos lleva a fracturar más nuestra realidad social y comunitaria. Fracturamos el presente construyendo bandos: está el bando de los buenos, el de los malos, el de los santos, el de los pecadores. Esta pérdida de memoria nos va haciendo olvidar la realidad más rica que tenemos y la doctrina más clara a ser defendida. La realidad más rica y la doctrina más clara. Siendo nosotros pecadores, el Señor no dejó de tratarnos con misericordia.
-Ese mensaje del Papa Francisco, ¿Cómo lo podemos interpretar en el contexto que vive el Continente? ¿Qué mensaje quiso dar el Papa?
Antes que nada, el Papa retomó algunas expresiones del Apóstol Pablo en sus epístolas, para decir: “Hemos sido tratados con misericordia”. Lo del Papa, el video mensaje, fue un llamado muy intenso a una conversión personal. Este año jubilar apunta al perdón, apunta a la reconciliación, apunta a una cultura del encuentro, no sólo en las relaciones interpersonales, sino en las relaciones sociales, una cultura del encuentro. ¡Cuánto necesita México una cultura del encuentro!, de ese encuentro formidable que se vivió durante la visita apostólica del Santo Padre. Es decir, una cultura donde ciertamente no falten las oposiciones, la dialéctica política, incluso las contradicciones; pero donde el diálogo, la búsqueda de convergencias hacia el bien común, incluso el perdón y la reconciliación en el ámbito político, ayuden a enfrentar los gravísimos problemas de nuestros países, sin estar siempre bloqueados por las divergencias políticas pragmáticas del hoy, del ayer y del mañana.
Usted es un gran conocedor de América Latina, ha escrito libros en donde habla de nuestra historia y justamente ya que nos habla de México, de la necesidad de la cultura del encuentro, seguramente ha visto las multitudinarias manifestaciones de la sociedad mexicana que lucha por la defensa de la familia. Igualmente, en Colombia ha habido algunos movimientos, Chile también se debate entre la legalización o no del aborto. Vemos una América Latina en movimiento. Bajo la luz de la Misericordia, ¿cómo ve esto que se está viviendo en América Latina y en particular la defensa de la familia? La figura de la familia que tanto menciona el Papa Francisco en sus discursos y que estuvo presente en la Encíclica, por ejemplo.
El Papa dedicó dos Sínodos mundiales a la familia y esto es un signo claro de la importancia crucial que da a la familia para la vida y la misión de la Iglesia, pero también para la calidad de vida de nuestras sociedades. El Papa sabe que la familia está pasando también por situaciones muy difíciles, muy críticas; y en el abrazo de la caridad misericordiosa, el Papa no quiere dejar a ninguna familia abandonada, cual sea la situación por la que atraviesa. Pero, aparte de todas esas situaciones críticas, América Latina está bajo el impacto penetrante, capilar de una cultura global de ímpetus relativistas, en donde la familia está sufriendo una cierta colonización ideológica, como ha repetido el Papa Francisco en diversas oportunidades. Una colonización ideológica que tiende a desvirtuar la naturaleza, la realidad misma del matrimonio y de la familia, que quiere disgregar la familia en un individualismo tal, que apunta a las personas solas y no a sus vínculos de pertenencia; y en el caso de la familia, sus vínculos de amor y de vida. Esta colonización ideológica, sabemos que está sostenida por fuertes poderes estatales y trasnacionales, y América Latina se ve desafiada en su sustrato cultural católico por esta fuerza de grandes Estados y de organismos trasnacionales que pretenden operar esta colonización ideológica. Es decir, herir a la cultura de la América Latina en uno de sus pilares fundamentales, que es el sentido cristiano en sus familias. Por eso, ha habido muchas manifestaciones, muchas expresiones de los episcopados, pero también de los pueblos latinoamericanos, para custodiar los valores fundantes del matrimonio y de la familia.
-En este debate que se está viviendo en México, ¿qué mensaje les da a los mexicanos? Y, particularmente, ¿cuál es el rol que tiene que jugar la Iglesia católica?
-Yo espero que todo ese pueblo mexicano que se volcó a las calles, en ese viaje de esperanza, de reavivar la esperanza, de reavivar la gran tradición católica mexicana, ese viaje que el Papa realizó con la mirada de Nuestra Señora de Guadalupe, con el corazón de Nuestra Señora de Guadalupe, ese pueblo mexicano que vivió aquellas jornadas inolvidables, no se deje confundir. Ese pueblo mexicano católico, mariano, guadalupano, escucha sus obispos y mantenga viva la custodia de su gran tradición católica.
