Esta situación pone en la mira un problema aún mayor: el flujo de migrantes cubanos indocumentados que escapan de la Isla y probablemente entran a Italia de manera irregular.
CUBANET / Marinellys Tremamunno
ROMA, Italia. – “Fue capturada la banda de cubanos que robaban a clientes en restaurantes y comercios”. Con este titular, publicado el pasado 7 de febrero, el periódico italiano Il Giorno presentó la noticia de la captura de tres cubanos (una mujer y dos hombres), luego de que los agentes de la Policía notaran que seguían a las personas que visitaban el Corso di Porta Ticinese, una de las principales calles de comercios y restaurantes de la ciudad, para extraerles de los bolsillos sus pertenencias personales (celulares y portafolios).
Luego, el 10 de febrero, el medio digital Roma Today refirió que fueron detenidos infraganti tres cubanos que robaban a los turistas en Roma. En esta ocasión un hombre de 53 años y dos mujeres de 48 y 37 años, conjuntamente con un ciudadano peruano de 48 años, terminaron esposados luego de intentar robar una mochila a una turista inglesa.
El 18 de febrero, el periódico Il Mattino confirmó que personas de nacionalidad cubana destacaban en la lista de los carteristas que azotan a los turistas en la capital italiana, junto a bandas de bosnianos y rumanos. Según la prensa italiana, la mayor parte de los arrestos han sido realizados al interno del transporte subterráneo (Metro). Por ejemplo, en Termini los carabineros arrestaron a un cubano de 19 años mientras intentaba robar el portafolio de un usuario del transporte público; otro cubano de 24 años intentó robar la cartera a una mujer que esperaba el tren en la estación Flaminia; y un joven de 21 años fue detenido en la estación San Giovanni cuando intentaba robar a una turista extranjera. Incluso, un cubano de 28 años fue detenido por los Carabineros en el centro histórico de Roma, luego de robar la cartera a una turista.
Seis casos reportados por la prensa italiana en tan solo un mes y con un común denominador: todas estas personas a las que se les imputa el delito de hurto agravado son de nacionalidad cubana, no tienen documentos, es decir se encuentran ilegalmente en Italia y tienen antecedentes penales.
Un fenómeno en aumento
¿Desde cuándo los cubanos aparecen en los titulares italianos a causa de hechos delictivos? ¿Cuántos cubanos están involucrados en bandas criminales en Italia? CubaNet intentó responder estas preguntas dirigiéndose a la Oficina de Prensa de los Carabineros, pero el intento fue infructuoso porque la ley les impide a estos oficiales dar declaraciones sobre el tema. Sin embargo, la Oficina confirmó a través de un correo electrónico que no existe conexión entre los casos descritos anteriormente y que se trata de un fenómeno que se ha hecho más frecuente durante el último año.
En marzo de 2023, los Carabineros emitieron un comunicado de prensa para informar que la Sección Radio Móvil de la Compañía de Civitavecchia (litoral cercano a Roma) había detenido a dos personas, de 27 y 38 años, respectivamente, ambas de origen cubano y con condenas previas por delitos contra la propiedad, pues eran seriamente sospechosas de haber huido de una vivienda tras haber intentado forzar la puerta de entrada.
A finales de agosto del año pasado, el periódico local del pueblo Castelli Romani, ubicado en la periferia de Roma, reseñó que la Policía había detenido una banda de cuatro suramericanos, entre ellos dos cubanos (un hombre de 61 años y una mujer de 31), que había intentado robar a un anciano de 90 años a la salida del banco.
En octubre, otro medio italiano informó que los Carabineros del Comando de Piazza Venezia de Roma habían detenido infraganti a un hombre y una mujer de nacionalidad cubana, de 19 y 20 años, mientras intentaban robar a una turista inglesa.
Pero no solo se han registrado hechos delictivos en Roma y sus zonas aledañas: el periódico Verona Sera informó que el miércoles 22 de noviembre había sido detenido infraganti un cubano de 40 años en la provincia de Verona (ubicada al norte de Italia), cuando intentaba robar el Supermercado Eurospin ubicado en la comuna de Mozzecane. El hombre habría intentado salir del supermercado sin pagar, mientras llevaba consigo algunos alimentos escondidos, valorados en 80 euros. Al ser detenido por el vigilante, habría reaccionado de forma violenta contra el trabajador; sin embargo, los Carabineros lograron arrestarlo y luego la autoridad judicial lo condenó a un año y ocho meses de reclusión.
El pasado 6 de enero, el periódico nacional Il Giorno indicó además que había sido detenida “la banda de los depredadores de los comercios de Corso Buenos Aires de Milán”. Así se refirieron a tres suramericanos clandestinos (de los cuales dos eran cubanos) detenidos infraganti cuando intentaban robar seis prendas deportivas, entre otros objetos.
Y el pasado 16 de enero, un comunicado oficial de los Carabineros de Civitavecchia confirmó que habían sido detenidos infraganti “una banda de cuatro cubanos” que actuaba en los estacionamientos de los supermercados para robar ancianos: tres hombres (de 42, 51 y 31 años, y una mujer de 29, todos con antecedentes penales). La detención, validada por la autoridad judicial del Tribunal de Civitavecchia, se produjo después de que las víctimas (dos ancianos de 87 y 82 años) denunciaran lo sucedido a través del 112, el teléfono de emergencia en Italia. Los agentes lograron interceptar el vehículo sospechoso en el aparcamiento de un tercer supermercado y arrestaron a los delincuentes con los bienes robados, que luego fueron devueltos a sus legítimos propietarios.
Con una simple búsqueda en Google, CubaNet identificó 12 casos que en los últimos 12 meses involucran a 24 ciudadanos cubanos en hechos delictivos en Italia. Esta situación pone en la mira un problema aún mayor: el flujo de migrantes cubanos indocumentados que escapan de la Isla y probablemente entran a Italia a través de la ruta clandestina de los Balcanes, pasando por Bosnia, Croacia, Eslovenia, y que luego ―al no poder integrarse a la sociedad italiana― se ven obligados a robar para vivir.
Para entender cómo los cubanos que llegan a Italia terminan involucrados en hechos delictivos, CubaNet entrevistó al vicepresidente del Centro de Estudios “Rosario Livatibo”, quien además es fiscal adjunto de la Dirección Distrital Antimafia de Nápoles.
―¿Por qué los inmigrantes terminan fácilmente involucrados en acciones delictivas?
―Cada vez es más frecuente que haya organizaciones criminales extranjeras que gestionan, con total autonomía, cadenas criminales enteras y terminan gestionando también las relaciones con organizaciones que luego se ocupan de la inmigración ilegal y gestionan la relación con los inmigrantes ilegales, que acaban teniendo como único entorno de referencia el que ofrece las organizaciones criminales. Estas se encargan de todo: desde documentos falsos hasta eventuales trabajos en el ámbito criminal y no criminal. Luego, hay otro circuito que también es relevante: está claro que los extranjeros que son ilegales ―no existen para el Estado italiano― devienen mano de obra para todos los circuitos en negro. Evidentemente empresarios sin escrúpulos que quieren mano de obra ilegal para eludir la legislación sobre protección de los trabajadores y toda una serie de actividades ilegales en materia medioambiental y eliminación de residuos ilícitos, por ejemplo. Es decir, representan un reservorio de mano de obra para las actividades ilícitas.
―¿También podemos conectar este fenómeno reciente en Italia con el problema social y político que se vive en Cuba?
―La experiencia nos dice que la migración clandestina a menudo se presenta precisamente en aquellos países en donde existen regímenes totalitarios o regímenes que mortifican las libertades personales o la libertad de iniciativas económicas privadas. Es un hecho, así que no solo se escapa de las guerras; también se escapa de aquellos países donde hay regímenes totalitarios que mortifican la disidencia y la libertad personal. Esto también es un hecho evidente que vimos en el pasado reciente con algunos fenómenos migratorios que provenían de América del Sur o incluso de algunas porciones de Europa del Este, cuando aún estaban afectadas por regímenes comunistas.