Tiene Iglesia en AL una gran responsabilidad, dice Guzmán Carriquiry
¿Y cuál es el aporte de la Iglesia de América Latina a la Iglesia Universal? El Dr. Guzmán Carriquiry, Secretario General de la Comisión Pontificia para América Latina nos lo explica en la tercera entre de nuestra entrevista.
Por Marinellys Tremamunno para YO INFLUYO (México)
-¿Esta visión sobre la Iglesia Latinoamericana qué aporte ha hecho a la Iglesia Universal y al mundo esta visión del Papa Francisco?
-Aparecida fue fundamental. La V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano fue un momento de madurez en el largo camino de la Iglesia latinoamericana que pasó por hitos importante como Medellín, Puebla, Santo Domingo. Fue un momento de madurez la V Conferencia, fue un momento también yo diría de comunión. Y en Aparecida un protagonista fundamentalmente para la redacción de su documento conclusivo fue el Cardenal Bergoglio, escogido para esa tarea por la grandísima mayoría de sus hermanos en el Episcopado latinoamericano. Aparecida fue un hito fundamental en la vida de Jorge Mario Bergoglio, a través del cual la Providencia de Dios lo fue llevando hacia la sede de Pedro. Entonces, no es de extrañar que tengamos el primer Papa latinoamericano, porque en América Latina vive más del 40% de los católicos del mundo entero; y si sumamos a los católicos norteamericanos, en el espíritu de “Iglesia en América”, somos el 60%. Pensemos sólo en los latinoamericanos 42-43%, pero sumemos los 60 millones de hispanos en Estados Unidos. El Papa Benedicto, en el viaje que lo llevaba a Aparecida, en la conferencia de prensa informal en el avión dijo textualmente: “Dicen que yo soy muy centrado en Europa, pero yo conozco y amo América Latina y estoy convencido –dijo– que en América Latina se juega, al menos en parte, y en una parte fundamental, el futuro de la Iglesia católica. Lo dijo pocos años antes de la elección del Papa Francisco.
Así que la Iglesia católica tiene que preguntarse a fondo por qué la Providencia de Dios ha querido un Papa latinoamericano en este momento de la historia de la Iglesia y del mundo. Y por supuesto que toda la riqueza de Aparecida ha sido una riqueza entregada a manos llenas a toda la catolicidad. Si uno lee Aparecida en una mano y el documento más importante del pontificado del Papa Francisco en la otra, que es la Exhortación apostólica Evangelii Gaudium en la otra, uno ve que están unidas por vasos comunicantes. Esto implica para la Iglesia de América Latina una responsabilidad gigantesca. La conciencia de saber en qué momento la ha puesto la Providencia de Dios, no sólo la Iglesia, las naciones y a los pueblos. ¿Usted por qué cree que vienen los presidentes uno detrás de otro, y algunos varias veces, a encontrarse con el Papa Francisco, o por qué están invitándolo? Usted sabe la insistencia que hubo desde México, no sólo desde la Iglesia, para que fuera el Papa Francisco a México. La Iglesia latinoamericana no tiene que ser vanidosa por tener un Papa latinoamericano, tiene que tener conciencia de que esto implica para ella gravísimas responsabilidades y nuevas exigencias.
-¿El aporte de esa visión de Aparecida y de la Exhortación Apostólica a la Iglesia universal?
– Nosotros vivimos esa cadena irrompible que es la tradición católica, garantizada por los sucesores de Pedro. Y hemos vivido desde el Concilio para hoy. Pero podemos ir antes todavía, la sucesión de santos sucesores de Pedro. Todos ellos tan diferentes uno de los otros, cada uno con su biografía personal, sus estudios, su background cultural, su formación espiritual, ideológica, su sensibilidad pastoral, su estilo propio. Una continuidad irrompible, en donde se va engarzando siempre la novedad. ¿Cuál es la novedad del Papa Francisco? El Papa Francisco trae ciertamente la tradición de casi la mitad de los católicos del Continente Americano, trae consigo la tradición de un mensaje del Evangelio profundamente inculturado.