Una mirada a la comunicación del Papa Francisco
Marinellys Tremamunno / Corresponsal de YI en Roma
Con motivo de la presentación del mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de las Comunicaciones, a celebrarse el próximo 28 de mayo, Yo Influyo entrevistó en Roma a Mons. Dario Edoardo Viganò, el Prefecto para las Comunicaciones de la Santa Sede. Viganò nos explica el llamado del Santo Padre a narrar el mundo del bien, a pesar de las situaciones difíciles, y nos ayuda a entender el estilo comunicativo de Bergoglio.
Soy Marinellys Tremamunno y me acompaña Monseñor Dario Edoardo Viganò, quien es el Prefecto para las Comunicaciones de la Santa Sede. Con él vamos a conversar sobre el mensaje del Santo Padre con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones que se celebra el próximo 28 de mayo, en donde nos invita a comunicar con mensajes que no den protagonismo a las malas noticias y que fomenten la cultura del encuentro.
Monseñor, en un mundo plagado de conflictos, ¿cómo lograr cumplir esta invitación del Santo Padre?
La invitación del Santo Padre no es narrar un mundo que no existe, un mundo ingenuo. El mundo está hecho por el bien, por el mal, por la luz, por las sombras; pero también se puede narrar el conflicto, el momento negativo de los desastres atmosféricos, etc., abriendo horizontes de esperanza. Y entonces, se puede decir lo bueno que se hace en esa ocasión. En un conflicto existen siempre personas que ayudan, que son hospitalarias, que se hacen cercanas. La intención es dar espacio a la narración del bien que existe incluso en las situaciones negativas. Esto es lo que el Papa nos pide.
También quiero aprovechar su presencia porque en días pasados ayudaba a entender esa manera de comunicar del Papa Francisco. Una manera de comunicar llena de cercanía, de simpatía, pero en algunas ocasiones también con algunos silencios. Silencios que han originado algunas polarizaciones. ¿Cómo puede explicar este estilo comunicativo del Papa?
Digamos que el Papa es elegido en medio de polarizaciones. Existen quienes están muy entusiasmados con el Papa porque dicen que es un Papa que cambia la doctrina; y hay quienes dicen que no, no cambia nada, sólo cambia la forma de comunicar. Por lo tanto, decimos que la polarización es entre la forma y el contenido. Creo que tenemos que superar esta polarización, esta dialéctica, y pensar en un Papa que sabe cómo contar los acontecimientos de la fe cristiana, teniendo juntos, de un lado, el dato tradicional. Pienso por ejemplo a la modalidad fuertemente tradicional de los encuentros que tenemos, es decir, siguiendo una ritualidad. Pero insertando también algo inesperado en estos rituales tradicionales. Pensemos por ejemplo en los grandes discursos del Papa, que son discursos preparados, refinados. Él siempre se las arregla para personalizar con una broma. ¿Por qué? porque es un hombre que percibe las relaciones como una relación espontánea, de cercanía, de proximidad. Así que él no es simplemente el lector de un discurso, sino que es quien, mientras dice algo, lo está diciendo a ti personalmente, ya que es contigo que, personalmente, quiere crear una relación.
Ya para cerrar, ¿cómo lograr esas buenas nuevas con este mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones?
Creo que podemos unirnos para iniciar a narrar el mundo del bien, que en realidad es un mundo grande; que no está hecho de héroes, sino de hombres y mujeres simples y ordinarios, de muchachos, de muchachas. Pienso en el mundo del voluntariado, de la cercanía, de la generosidad, de la proximidad, del entusiasmo de los jóvenes. El mundo que tienen los jóvenes, con sueños, con pasiones. Esto es lo que podemos iniciar a narrar.
Bien, y justamente esa es la invitación del Papa Francisco, que nosotros como comunicadores logremos llegar a esas personas simples y que seamos un faro de luz en medio de la oscuridad. Muchísimas gracias, esto es Yo Influyo desde Roma.