Por Marinellys Tremamunno para EL NACIONAL (Venezuela)
Un cielo azul completamente despejado y un sol espléndido acompañó al papa Francisco en la jornada de fiesta jubilar por los siete nuevos santos: dos italianos, Lodovico Pavoni y Alfonso María Fusco; dos latinoamericanos, el mexicano José Sánchez del Río y el argentino José Gabriel del Rosario Brochero; el español Manuel González García y los franceses Isabel de la Santísima Trinidad y Salomón Leclercq.
El pontífice llegó en procesión a la Plaza San Pedro, mientras que en la fachada de la Basílica se exhibían grandes pinturas con los retratos de los beatos. Entre ellos el hermano de La Salle Salomón Leclercq, proclamado santo por el Papa gracias al milagro de curación concedido a la venezolana María Alejandra Hernández D’agnese hace 9 años, cuando tenía 5 años de edad, y fue mordida por una serpiente venenosa.
Luego del tradicional rito pronunciado en latín, María Alejandra encabezó el grupo de personas que llevó las reliquias de los santos al altar. Con un vestido azul representó a Venezuela en la jornada, que será recordada como el primer milagro de la Arquidiócesis de Caracas.
En la homilía Francisco dijo que únicamente a través de la oración los santos “han luchado y han vencido”. “No una oración esporádica e inestable, sino hecha como Jesús enseña en el Evangelio de hoy: ‘Orar siempre sin desanimarse”.
Venezuela presente. La hermana Karina, secretaria general de las Siervas del Santísimo Sacramento y uno de los testimonios cercanos del milagro, subió las escaleras del altar para entregar las ofrendas. “Fueron muchas emociones encontradas. En ese momento tuve siempre presente a las personas que me pidieron que orara por ellas, traje conmigo a los niños de la Casa Hogar Santa María Goretti (donde vive la niña del milagro), incluso a nuestra Venezuela”.
El arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa, concelebró la homilía y al final saludó al Papa junto con los numerosos religiosos que acompañaron las delegaciones oficiales.
