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«Taiwán es el único país del mundo que logró contener el virus»

El diplomático taiwanés Sing-Ying Lee explica los detalles sobre cómo su país es la única nación del mundo que pudo controlar el coronavirus y solo tener seis fallecidos en un población de 23 millones de habitantes

Por MARINELLYS TREMAMUNNO para DIARIO LAS AMÉRICAS

ROMA.-Taiwán se ha convertido en todo un ejemplo en la lucha contra el coronavirus. Con alrededor de 420 casos y sólo 6 muertes en una población de más de 23 millones de habitantes, se puede afirmar sin temor a equivocación que el gobierno de Tsai Ing-wen logró contener eficientemente el virus, a pesar de encontrarse a sólo 130 kilómetros de China continental y, lo más extraordinario, sin aplicar cierre o cuarentena obligatoria.

Sin embargo, poco se habla del “modelo Taiwan” y el país se mantiene excluido de la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a la presión de Pekín, que reclama la soberanía sobre la isla que, de hecho, ha sido independiente durante más de 70 años.

Por otra parte, está abierto el debate sobre las decisiones de la OMS durante la emergencia COVID-19 y la consecuente decisión del presidente Donald Trump de interrumpir el financiamiento a esta organización. Lo cierto es que, en este contexto, también quedó en evidencia que la OMS ignoró el correo electrónico de las autoridades de Taiwán, en donde el 31 de diciembre de 2019 habrían advertido que algo no iba bien en Wuhan, la ciudad en donde se originó el brote del COVID-19.

Basta visitar el sitio web oficial de la OMS para confirmar que, posterior al correo, el 12 de enero, la agencia indicó que prohibir viajar al gigante asiático no era aconsejable, porque “no hay evidencia clara de que el virus se transmita fácilmente de persona a persona”, en un evidente intento de minimizar la epidemia ya en proceso avance en China.

Entonces, cabe la pregunta, ¿la OMS antepone la política a la seguridad sanitaria mundial? Para entenderlo, DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con Andrea Sing-Ying Lee, director de la Oficina de Representación de Taipei en Italia (sede diplomática que reemplaza a la Embajada ya que no hay relaciones diplomáticas entre Italia y Taiwán).

“Está claro que la OMS no admitirá que ha ignorado la alerta de Taiwán”, afirmó y subrayó que la OMS no sólo es una organización que hace sugerencias, sino que “también es vigilante de la salud mundial, por lo que debe asumir su responsabilidad. Si Japón o Inglaterra hubiesen realizado esta misma alerta, la actitud habría sido diferente. ¡Es un gran error!”, sentenció el diplomático.

¿Podía haberse evitado la pandemia de COVID-19?

Si hubiesen prestado atención, si hubiesen investigado y no ignorado nuestra advertencia, la epidemia se habría evitado. Al menos no se habría alcanzado este nivel de casi 200.000 muertes, ¡que es un desastre! Se podía evitar esta pérdida económica y social que aún estamos sufriendo.

Lamentablemente ya existe la pandemia, ¿ahora qué esperan de la OMS?

La OMS debe abrir su corazón, debe abrir sus ojos, debe ver a Taiwán como un patrimonio, como alguien útil que puede aportar su experiencia. Taiwán es el único país del mundo que ha logrado contener el virus, incluso con sus 23 millones de habitantes. Actualmente tenemos 1 muerte por coronavirus por cada 4 millones de habitantes, mientras que en Italia hay 1 muerte por cada 3.000 italianos, es notable la diferencia. Todos los países del mundo siguen las recomendaciones de la OMS, pero está claro que se han equivocado en la gestión del COVID-19. La OMS debe ver a Taiwán como un país independiente con una institución de salud separada de China e invitarnos como país miembro, porque también podemos ayudar con nuestra tecnología y con financiamiento. Seríamos felices y orgullosos de poder compartir nuestra experiencia exitosa.

De hecho, la semana pasada se difundió la noticia de que tuvieron días sin registrar nuevos contagios, todo esto sin lockdown y con las escuelas abiertas. ¿Cuál es el secreto del éxito de Taiwán?

En primer lugar, actuamos con anticipación, Taiwán ya había descubierto varios casos sospechosos desde finales de diciembre y había pedido información a las autoridades chinas, que sin embargo dieron una respuesta poco clara. Entonces comenzamos a tener dudas, porque somos dos sistemas políticos diferentes y conocemos bien el sistema político y social de China, así que entendimos que no habían dicho toda la verdad; porque si había pacientes aislados en Wuhan, significaba que existía una alta posibilidad de contagio. Además, hicimos uso de nuestra experiencia hace 17 años cuando fuimos afectados por el SARS. Comenzamos a medir la temperatura de las personas y monitorear todos los movimientos internacionales, limitando los vuelos desde China, especialmente desde Wuhan. Y, sabiendo que había riesgo de contagio, comenzamos a movilizar el sistema nacional de salud, identificando prematuramente a aquellos que tenían los síntomas.

¿Cómo funciona el sistema de salud taiwanés y cómo lograron ubicar a los contagiados?

Tenemos una cobertura del 100%, que se llama Seguro Nacional de Salud, y todos los ciudadanos tienen una tarjeta con datos electrónicos personales, que nos permite controlar la salud de nuestra población. Así logramos identificar a aquellos que tenían síntomas, para aislarlos más tarde gracias a la tecnología. El enfermo debe quedarse en casa y sus movimientos se controlan a través de una App; si la persona se aleja de su casa, se activa la alarma y se aplica una fuerte multa. Por lo tanto, no hemos bloqueado a toda la nación, sólo a los infectados y a los casos sospechosos, y las personas aisladas reciben una ayuda de 35€ diarios y una caja de alimentos a la semana.

Desde la experiencia, ¿qué puede recomendarles a los países que se preparan para la apertura de la economía?

No es fácil tener la infraestructura tecnológica de Taiwán. Por ejemplo, tenemos una infraestructura de máquinas para identificar quién tiene fiebre y en 30 días hemos creado 60 máquinas de la nada para aumentar la producción de mascarillas. Antes del brote, Taiwán tenía la capacidad de producir 1,5 millones de mascarillas por día, ahora producimos 15 millones por día, por lo que hemos aumentado la capacidad de producción 10 veces. Hasta que no se tenga la vacuna, el uso de las mascarillas debe ser obligatorio y deben ser fáciles de conseguir. Se deben producir las mascarillas en el propio país y distribuirlas gratuitamente a las personas, porque no todos pueden comprarlas. En segundo lugar, la población debe ser educada para que comprendan que la contención del virus es responsabilidad de todos. La tecnología también se puede utilizar para ayudar en la distribución de las mascarillas: por ejemplo, en Taiwán tenemos una aplicación desarrollada por nuestros jóvenes que ayuda a saber qué farmacia tiene las mascarillas y, para aquellos que no pueden salir, se puede pedir a domicilio. Además, el gobierno taiwanés le da a cada familia tres mascarillas por semana y cinco para los niños, a todos de manera regular, sean pobres o ricos, porque no existen tales injusticias sociales en Taiwán. Y así, hemos logrado contener el virus porque cada uno está atento a los demás, con participación colectiva.

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